Visitando Kotor en un día
Por lo general entendemos como sinónimos «viaje» y «travesía», sin embargo hay una diferencia de estilo sustancial. Una travesía evoca la nostalgia y el lujo de tiempos pasados. Hay destinos que pertenecen a esta categoría, y Kotor, en Montenegro, es uno de ellos.
Situada sobre un acantilado de piedra caliza en el mar Adriático, esta ciudad amurallada data de la época medieval y mantuvo su configuración de calles sinuosas, plazas e iglesias de estilo romano. Construida entre los siglos XII y XIV, Kotor es hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Podemos iniciar la visita de la ciudad ingresando por la Puerta principal o Marítima, justo al lado de la oficina de turismo. Lo proponemos así por la proximidad al puerto y si bien hay tres puertas, ésta en el centro, una al norte (puerta del río) y otra sur (puerta Gurdic). En los días en que amarran los cruceros de gran tamaño, la ciudad se ve colmada de turistas, y en otros días se pude recorrer con gran tranquilidad a pesar que en verano es increíble ver el gran número de yates y veleros de lujo anclados junto a la puerta principal de la muralla.
La muralla está muy bien conservada con todos sus elementos medievales, sus torres, fosos y puentes levadizos. Son más de cuatro kilómetros de gruesos muros protegiendo la ciudad por el frente, ya que por detrás se eleva la colina de Lovcen que culmina con la fortaleza de Saint Jovan.
Apenas cruzando esta puerta encontrarás la Plaza de Armas o Oruzja. Rodeada por el Palacio Ducal, la Torre del Reloj y el Arsenal o Almacén de Armas. La plaza Oruzja es el centro neurálgico de la antigua ciudadela. En gran parte por los importantes edificios que la rodean donde es común encontrar tanto locales como viajeros tomando algún aperitivo al aire en los bares, restaurantes y terrazas.
A la izquierda se impone el majestuoso edificio del Palacio Ducal, de estilo veneciano, junto al Arsenal. Este edificio fue residencia del Preboste veneciano durante los siglos que rivalizó comercialmente con Dubrovnik. Fue construido en 1763 para funciones militares para alojar e instruir a los soldados que protegían a la ciudad de ataques enemigos.
A la misma plaza da la Torre del Reloj (Sáb Kula), es una construcción posterior del 1602 de estilo barroco. Actualmente está ligeramente ladeada, por los efectos de varios terremotos que movieron sus cimientos, pero curiosamente solo durante el terremoto de 1979, no funcionó el mecanismo. La misma familia de relojeros han realizado el mantenimiento desde su creación.
El estilo arquitectónico que domina en la ciudad sobre el resto es el “veneciano”. Y tiene sus razones de ser ya que fue la Serenísima República de Venecia quien dominó aquí por más de cuatro siglos, entre 1420 y 1797. Mucho antes que perteneciera a la extinta Yugoslavia; y que después de su desaparición pertenece al estado independiente de Montenegro. En 1979 fue declara Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, mismo año en que había sufrido un terremoto, y a partir de ese momento con más fuerza comenzó a atraer visitantes tanto por su legado cultural e histórico como por sus bellezas naturales.
Retomando el recorrido caminando hacia la puerta norte nos cruzaremos con tres iglesias, uno de los patrimonios culturales de Kotor debido al gran fervor religioso que siempre han mostrado sus habitantes.
La primera está situada en la plaza San Lucas, dando nombre también a la pequeña iglesia de San Lucas (Svetu Luka) que data del siglo XIII. Única iglesia que tiene dos altares interiores, uno católico y el otro ortodoxo.

Iglesia de San Lucas, Kotor, Montenegro
En la misma plaza, ahora de mayores dimensiones, nos encontramos con la Iglesia de San Nicolás. Su fachada tiene una bandera enorme de la iglesia ortodoxa Serbia dejando bien claro su estatus.
Nuevamente seguimos el camino hacia la Puerta del Rio o Norte y encontramos otras dos iglesias importantes son la Iglesia de Santa María (Sveta Marija) del siglo XIII y la Iglesia de Santa Ana (Sveta Ana) del siglo XII.
La iglesia de la beata Hosanna en la Plaza Santa María aloja sus restos momificados un sarcófago de cristal. De ella solo se muestran sus manos cruzadas sobre su pecho, y el resto está cubierto por el hábito y una máscara. Es la patrona de Kotor.
Llegado a este punto podemos adentrarnos hacia la parte este de la ciudad, con la Catedral de San Trifón o San Tripun como referencia.
Esta básilica dedicada al patrón de la ciudad (lo es junto a la beata Hosana) fue construida en el siglo XI sobre un antiguo templo románico pero el terremoto del año 1667 la dañó casi por completo. Al reconstruirse por falta de fondos, una de las torres quedó inacabada.
San Trifón fue mártir defendiendo la fe y convertido en santo por la iglesia ortodoxa.
Sus decoraciones son de estilo barroco y es sin duda conocida por el gran tesoro que aloja que incluye armas, cruces y objetos de oro y plata. Posee las reliquias de un santo del siglo III que están en una urna de mármol que sostienen dos ángeles. El sarcófago de plata contiene las reliquias del cuerpo y la urna dorada la cabeza del santo. Las vitrinas de la capilla exhiben otras 58 reliquias, entre las que hay una supuesta astilla de la Santa Cruz. El altar mayor muestra escenas de la vida del santo y en su honor se celebran las fiestas religiosas más importantes de Kotor.
Ahora sí, solo para valientes, con una ascensión difícil, ardua y empinada, el camino escalonado nos lleva a la cima hasta el Castillo de Saint Iovan. Se puede subir desde dos puntos de la ciudad, pago mediante, y las vista de la ciudad y la bahía valen la pena.
La fortaleza, al final del recorrido, servía para proteger la ciudad de las invasiones Otomanas. Su estado de conservación no es del todo bueno e insistimos en que hay que estar un poco entrenados para emprender la subida. Durante los meses de verano las temperaturas son muy elevadas, por lo que les aconsejamos estar muy bien preparados, con calzado y ropa cómoda y fresca, y mucho líquido. ¡El valor del líquido aumenta a medida que vamos subiendo las escaleras!
Si existe la posibilidad, no dejes de lado en tu visita a Kotor un recorrido por el «Fiordo de Kotor«, pero llegando en crucero, si te levantas temprano verás la entrada a la bahía, mientras escuchas las campanas de las iglesias resonar como cada vez que un barco se aproxima a puerto.

Kotor, Montenegro
Unas recomendaciones de último momento:
- No te vayas de Kotor sin comprar alguna artesanía local. Lo más típico son las cerámicas y bijouterie. Lo más famoso son los gatos, ¡hasta hay un museo de gatos en la ciudad!
- Probar el licor local, con mucho alcohol, llamado Rikjad, sobre todo si vas en invierno.
Llegando en crucero
El descenso se realiza en tenders que fondean en la bahía a pocos minutos de la entrada principal de la ciudad.
Y como ya comentamos, junto a la puerta está la oficina de turismo donde se pueden encontrar mapas y consultar horarios.
Antes de llegar puedes también ver este maravilloso recorrido virtual que aquí te dejamos. Espero lo disfrutes, pero siempre, la realidad supera la fantasía. Ve a Kotor y disfrutala.