Descubrir y disfrutar el centro histórico de Quito
Los viajeros que se sorprenden al llegar a la ciudad y encontrar un rico patrimonio cultural e histórico para descubrir en este destino. Muy pocos viajeros conocen Quito y su historia.
Uno de los lugares más emblemáticos del centro de la ciudad es La Ronda, una antigua calle donde los artistas, músicos y bohemios solían vivir y actuar. Hoy, en el barrio puedes encontrar hermosas tiendas, y es el lugar donde personas representan a los personajes más tradicionales con sus costumbres e historias locales. Por la noche, allí todos se exhiben y pasean entre los bares locales, los mejores restaurantes y música local.
Quito te ofrece muchas alternativas para descubrir sus tradiciones y la cultura local, algunas acercándote aún más a la comunidad y sus personajes más representativos; y aquí te acercamos la información para tu próxima visita a la ciudad.
Casi una obligación, alojarse en el centro histórico de la ciudad de Quito.
Sin lugar a dudas el centro histórico de Quito es el mejor lugar para alojarse durante tu estadía en la ciudad, ya que te brinda una oportunidad única de vivir y experimentar su historia, acompañado de sus cordiales y amigables habitantes.
Muchos de los mejores hoteles allí, son del tipo boutique, con un nivel alto de servicios, ocupando sitios patrimoniales que han sido conservados y restaurados y emplazados en lugares muy importantes. Por ejemplo, la Casa Gangotena está ubicada frente a la plaza San Francisco, el Hotel Plaza Grande está frente a la Plaza de la Independencia de Quito, y el Patio Andaluz a solo dos cuadras de ésta y también el Hotel Illa Experience a solo cinco minutos caminando del plaza Central.
La zona vecina a Plaza Grande o Plaza San Francisco se encuentra en el corazón del área comercial, de fácil acceso y con hermosas vistas. La mayoría de los edificios y construcciones datan de la época colonial y republicana, muchos de ellos ahora ocupados por dependencias gubernamentales, y algunas de las escuelas más antiguas y tradicionales. La historia está omnipresente en cada rincón, en sus casas, en las calles y en la gente.
También en el barrio de San Marcos donde se ubica el Hotel Illa Experience, es uno de los más antiguos, pintorescos y residenciales en el centro histórico. San Marcos solía albergar a muchos artistas y artesanos y es el hogar del Museo de la Acuarela y el Museo Manuela Sáenz, quien fuera la primera mujer en involucrarse y participar en el proceso de independencia de América, además de ser uno de los grandes amores de Simón Bolívar.

Catedral de Quito, Ecuador. Foto gentileza Diego Delso
Siente y degusta la ciudad, como lo hacen los locales
Como en casi todo rincón del mundo, una de las mejores formas de aprender y sumirte en la cultura local es a través de la degustación de sus platos típicos, de sentir los aromas y vivir las pasiones de gente. La calle La Ronda te sorprenderá a partir de esos detalles que hacen distintiva a la ciudad y te la harán recordar por siempre.
Las mieles de Ecuador son una especialidad regional, y una de las más famosas es la de Api Real. Una tienda que llevan adelante una pareja que, a partir de su pasión por las abejas, comenzaron a producir mieles, con diferentes sabores de acuerdo a las flores que polinizan estos insectos.
En la pintoresca calle de La Ronda podrás encontrar su tienda y adquirir algunos de los mejores productos de la ciudad. Se tomarán su tiempo además para explicarte el proceso, y aconsejarte sobre los diferentes tipos de acuerdo a los usos, alimenticios, para belleza o medicinal, que le quieras dar.
Siguiendo el camino de los dulces, una tienda de helados única, Dulce Placer, completa su menú con sabores provenientes de los platos y bebidas tradicionales del país. Helados con sabores a humita y queso, de maíz tostado caramelizado, o tragos como el Pajaro Azul, un tradicional licor fuerte hecho de caña de azúcar, naranja y hojas de mandarina, muy típico de la región de los Andes de Ecuador.
No solo puedes degustar el helado sino también el trago mismo, con una receta tradicional ecuatoriano que se transmite de generación en generación.
También en la calle La Ronda, cerca de la tienda de miel, la jugueteria Master Zabala, hará aflorar a tu niño interior. El maestro, artesano en madera, Zabala, realiza hermosos jueguetes, como trompos, baleros o yoyos, pero también con nuevos inventos y modelos.
La tienda además es casi un museo, un verdadero recorrido por algunos de los juguetes más tradicionales que los ecuatorianos han usando durante generaciones.
Para los lugareños, el almuerzo es la comida principal, y una de las principales costumbres es la de hacer esta comida en los pequeños restaurantes que preparan comida casera. Tu puedes hacer lo mismo y almorzar como los locales.
En el centro de la ciudad hay una buena variedad de restaurantes tradicionales donde puedes probar algunos de los platos que representan a Ecuador y sus cuatro regiones. En la región de los Andes, la dieta se basa en papas, quinoa, yuca, pollo, cordero y cerdo.
El locro de papas es una sopa preparada con leche, queso fresco y una rodaja de aguacate encima. O puedes probar una fritada que consiste en trozos de cerdo fritos servidos con maíz, papa, plátano dulce y una salsa agridulce con tomate, cebolla, vinagre y un toque de azúcar. Si prefieres el cordero o pollo, debe probar los guisos tradicionales, llamadas seco de pollo o chivo.
Los restaurantes más famosos son Hasta la Vuelta Señor, que se encuentra en lo que solía ser la Casa Arzobispal de Quito, frente a la Plaza de la Independencia. También el restaurante Tianguez en la Plaza de San Francisco, o el Café Plaza Grande en el hotel del mismo nombre, se sirve el tradicional Cucurucho cubierto de púrpura.

Calle de La Ronda, Quito, Ecuador. Foto gentileza Diego Delso
Siempre más para descubrir
Quito fue muy reconocido en la época colonial por su estilo barroco, una adaptación del europeo pero con la influencia de América y sus estilos distintivos. La belleza de la Iglesia católica de la Compañía de Jesús, no es solo se refleja en su fachada hecha con piedra volcánica tallada a mano, sino también el interior cubierto con dos toneladas de pan de oro. Tardó 160 años en construirse, desde 1597 hasta 1767, con el fin de demostrar el poder y la opulencia de la orden jesuita.
Al cruzar las puertas quedarán impresionado con un interior que es la más vívida representación del arte de la Escuela Barroca de Quito.
La Escuela Barroca de Quito es el epicentro del centro de patrimonio de Quito, y la mejor manera de entenderlo y apreciarlo es interactuando con los últimos artistas que se presentan en la Escuela Barroca de Quito.
La visita al taller del maestro Jiménez, además de permitirte observar parte de su obra, te iluminará en el trabajo y la historia de este estilo, que el mismo se inspiró a través de los impresionantes retablos de las antiguas iglesias de Quito.
Y si tienes suerte con el clima, Quito es famosa por sus puestas de sol que iluminan el cielo de color rosa y púrpura, especialmente durante la estación más seca, o en verano, de junio a agosto. Uno de los mejores lugares para disfrutarlo es en la terraza de alguno de los hoteles, acompañados con una copa de vino ecuatoriano.