Gran Biblioteca de Alejandría: pasado y presente
El famoso Alejandro Magno dejó un legado cultural que perdura más allá de sus inmensas destrezas militares.
Después de su muerte en 323 a. C., el vasto imperio macedonio se dividió en varios reinos diferentes con nuevos gobernantes, y Ptolomeo I Soter (c. 367-282 a. C.) lo sucedió como faraón de Egipto. Su deseo de promover la cultura helenística y hacer de Alejandría una capital del conocimiento y aprendizaje inspiró la creación de la Gran Biblioteca de Alejandría, una de las más grandes e influyentes del mundo antiguo.
En su apogeo, se estima que la biblioteca albergaba entre 40.000 y 400.000 rollos griegos y egipcios, lo que equivale aproximadamente a 100.000 libros. Numerosos eruditos griegos acudieron en masa a la biblioteca para trabajar, lo que contribuyó a la reputación de Alejandría como una ciudad líder para los intelectuales. Tal fue su dimensión, con tantos documentos acumulados que se erigió un templo secundario llamado Serapeum. Sin embargo, aunque las ruinas de Serapeum hoy todavía se pueden ver y visitar, no ha quedado nada de la Gran Biblioteca de Alejandría.
Muchos creen que fue destruida en un incendio catastrófico. Sin embargo, en realidad, su desaparición fu multicausal, y bastante más compleja. Más adelante te contamos los momentos más importantes en su ascenso, apogeo y caída.

Reconstrucción del Serapeum y Biblioteca en la antigua Alejandría
Creación de la Gran Biblioteca de Alejandría
Si bien la idea original de la Gran Biblioteca de Alejandría proviene del mismo Alejandro el Grande, fue durante el reinado de Ptolomeo I Soter cuando comenzó su construcción. Formaba parte de una institución más grande llamada Mouseion, o «Institución de las Musas», que incluía salas dedicadas a la música, la poesía, la filosofía, la anatomía y la astronomía.
La biblioteca y Mouseion se estima se finalizaron posteriormente a la muerte de Ptolomeo, durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo (c. 309-246 a. C.). Posteriormente, él y los gobernantes ptolemaicos que le siguieron comenzaron a acumular textos a través de agentes reales enviados y quienes pagaban importantes sumas en riquezas para hacerse de nuevos documentos, sin importar el tema o el autor. Esta estrategia fue extremadamente efectiva y la biblioteca expandió rápidamente su colección, lo que hizo necesaria la eventual construcción del Serapeum en el siglo III para contener algunos de los textos en rollos.
A medida que la reputación de la biblioteca se extendió por todo el Mediterráneo, los eruditos griegos acudieron en masa al Mouseion para trabajar y estudiar. Tenía un gran atractivo; no solo por su enorme colección de pergaminos, sino también por su libertad académica , ya que la biblioteca y Mouseion no estaban afiliadas a ninguna escuela filosófica en particular. Además, todos los becarios que estudiaron en la institución recibían alojamiento y alimentos gratuitos. Entre tantas personalidades que se conoce han trabajado en el Mouseion se incluye a Arquímedes, Euclides e Hiparco.

Antiguo Plano de la Biblioteca de Alejandría
El declive escolar
En 145 a. C., el sexto bibliotecario jefe, Aristarco de Samotracia (c. 216-145 a. C.), se vio envuelto en una lucha dinástica entre dos gobernantes ptolemaicos. Después de que Ptolomeo VIII (c. 184-116 a. C.) llegó al poder, Aristarco y todos los eruditos extranjeros fueron expulsados de Alejandría. Esta purga escolar obligó a los académicos a buscar o establecer nuevos lugares de investigación en todo el Mediterráneo. Como resultado, la influencia de la biblioteca y Alejandría comenzó a disminuir. Ésta ya no era considerada como un centro mundial mediterráneo del conocimiento, y cada vez menos académicos deseaban trabajar o residir en el lugar.

Recreación de antigua Biblioteca de Alejandría
Julio Cesar y los romanos en Alejandría
Aunque sin la fama e importancia de antaño, la Biblioteca de Alejandría todavía funcionaba cuando Julio César llegó a Egipto en el 48 a. C. El objetivo inicial del dictador romano era encontrar y derrotar al general Pompeyo, pero al descubrir que su enemigo ya estaba muerto, se vio envuelto en la Guerra Civil Alejandrina entre Ptolomeo XIV y Cleopatra VII.
Mientras las fuerzas de César estaban ocupando Alejandría, algunos de los soldados intentaron bloquear la flota de Ptolomeo XIV prendiendo fuego a los barcos que ya estaban atracados en el puerto. Esta estrategia militar exitosa, devino en un gran incendio que se extendió sobre la ciudad y arrasó gran parte de la Gran Biblioteca. En el incendio, además de afectar enormemente al edificio, hizo perder miles de pergaminos.
A pesar de este evento, la biblioteca no cayó tras el incendio, como muchos creen. De hecho, muchos documentos indican que el Mouseion fue reconstruido en poco tiempo y continuó operando como un lugar de estudio académico, aunque gradualmente con menor influencia.
Pero cuando Egipto se convierte en parte del Imperio Romano en el año 30 a. C. , Alejandría y, en consecuencia, la biblioteca, se volvió cada vez más irrelevante. Los romanos establecieron numerosas bibliotecas en todo su territorio, a expensas de muchos de los pergaminos de Alejandría
En los siglos siguientes, la ciudad cada vez fue cediendo su poderío y se vio agobiada por las guerras. Aunque la fecha exacta de su destrucción es incierta, los historiadores creen que lo que quedaba de la biblioteca, probablemente, fue destruido en el 272, durante el enfrentamiento del emperador Aureliano con la reina palmireña de Zenobia, o durante el asedio de Diocleciano a Alejandría en 297.
La gran tradición escolástica de la Gran Biblioteca de Alejandría no se perdió, continuó en el mundo antiguo. El Serapeum sobrevivió y funcionó como biblioteca y templo durante varios siglos, y otros edificios, como la Biblioteca de Celcus en Éfeso comenzaron a destacarse.
La nueva biblioteca de Alejandría
En el año 1974 surgió la iniciativa de reconstruir, o construir una nueva biblioteca. Sin embargo, el proyecto no tomó forma hasta finales de la década de 1980.
El primer paso en la construcción de la nueva biblioteca tuvo lugar cuando el entonces presidente egipcio comunicara sobre las intenciones de embarcarse en este proyecto con la ayuda de UNESCO. El pueblo egipcio y el mundo entero abrazó esta iniciativa, y Mubarak llamó a un concurso internacional de diseño arquitectónico y el premio de sesenta mil dólares estadounidenses fueron ganados por Snohetta, la gran empresa noruega. Después de muchos años finalmente fue inaugurada oficialmente el 17 de octubre de 2002 en la misma ubicación del antiguo edificio.
El moderno diseño de la biblioteca cuenta con niveles subterráneos y seis superiores. Su forma ovalada vista desde el exterior simboliza la continuidad de la vida, desde que el sol nace sobre el mar hasta que alcanza su punto más bajo en el lado opuesto. Sus muros fueron construidos con granito traído de Asuán y alberga escritos e inscripciones en 120 idiomas.
La biblioteca tiene 10 pisos de altura y tiene una cubierta de forma ovalada con un radio de 60 metros. Está dividida en secciones de lectura que tienen un tamaño de 14,4 × 9,6 metros. Fue diseñada para durar al menos dos siglos, pero se teme que este período sea exagerado debido a su cercanía al mar.
El objetivo de la nueva biblioteca es el mismo objetivo de la biblioteca anterior: actuar como una biblioteca pública de investigación y ayudar a la gente del mundo árabe y del Medio Oriente a mantener su antigua posición como académicos e investigadores en diferentes campos de la ciencia. Está considerada como la primera biblioteca digital en todo el mundo y tiene lugar para incluir más de 8 millones de libros, seis bibliotecas especializadas, tres museos, centros de investigación, dos galerías permanentes, seis salas para albergar exposiciones de arte, un archivo de Internet, biblioteca audiovisual, biblioteca especial para ciegos, biblioteca para niños, biblioteca para adolescentes, biblioteca de microfilmes, biblioteca de libros raros y centro de conferencias.

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